UN TROZO DE MÁRMOL...
Hoy al ver unos trozos
de mármol en el suelo,
he retrocedido unos años,
cuándo era una niña...
Y buscaba entre las obras
que se hacían en el barrio,
o en mi barranco, trozos
de ésa magnífica piedra...
Para hacerle los cantos
redondos, para poder jugar
mejor a la (Charranca)...
Nosotros lo llamábamos así...
En otros lugares no se cómo
lo llamarían, era un juego que
consistía, en dibujar en suelo
con una tiza, un cuadrado...
Le hacías dos rayas en diagonal,
y cómo una puerta para empezar
a jugar, y lo marcabas del uno al
cinco, y quién tenía la piedra de mármol...
Tenía más posibilidades de ganar,
tenías que jugar a la pata coja, y
sorteando todas las casillas, de
número en número, que recuerdos...
Cuándo he visto el mármol, me
han entrado unas ganas de jugar,
cómo cuándo era una niña, y mi
felicidad era jugar con mis amigas.
CAROL.
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