TIERRA Y ARCILLA.
El polvo del camino
me recuerda mi niñez,
de calles sin asfaltar.
Las vecinas con un
cubo de zinc ...
( no habia plástico )
lleno de agua para
refrescar la calle...
Me gustaba el olor,
que desprendían las
calles, a arcilla mojada.
Ahora, no hay tierra
todo es asfalto caliente.
No hay la complicidad
de las vecinas, con el
cubo de agua refrescando
la calle, por la tarde en
el ocaso del sol.
Y poner las sillas bajas,
para la tertulia de cada
noche, del caluroso verano.
CAROL.
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